20 enero, 2006

Los puntos sobre las íes.

Bueno, bueno, abajo hay un artículo escrito por un empresario que me pareció muy interesante, porque refleja el sentimiento de la gente en estos útlimos meses. Debo decir que estoy de acuerdo con muchas de las cosas que este señor hace notar, porque son verdad, es la realidad de los que pagan impuestos y los que no, de los que tienen los papeles en regla y de los auténticos piratas de hoy en día. Es difícil para aquellos que no son bolivianos y que nunca han estado aquí entender la complejidad de nuestra sociedad. Si bien hay mucha gente pobre, hay mucha otra gente que se aferra a su estado de calse media, que con un cartel de pobre, elude las responsabilidades de impuestos, salarios, seguros, etc. Yo y mucha gente estamos en un "sandwich" porque no pertenecemos a la clase alta que tiene suficiente dinero como para salir y entrar al país los años que le convenga y tampoco pertenecemos a la clase baja que tiene los lujos del régimen simplificado, tarifas solidarias, subvenciones, etc. Tenemos lo justo para vivir, pero tenemos que trabajar para mantener a nuestras familias y al país entero. La elección de Evo Morales es un evento histórico desde muchos puntos de vista. Por un lado la gente que le ha dado su apoyo, habitantes de El Alto sienten que por fin tendrán a un verdadero representante del pueblo que trabajará para el pueblo. El discruso de Morales siempre ha sido radical y ha insitado sentimientos como el racismo de indígenas y sus descendientes contra los "blancos". Ahora que está en el puesto que siempre ha criticado, le toca dar la talla y poco a poco su discurso cambia y se ablanda porque se da cuenta que el mundo gira gracias a los pactos, tratados, negociaciones, etc. Yo me alegro que haya ganado las elecciones con amplia mayoría, porque es un signo que la democracia todavía funciona, pero nunca he estado de acuerdo con el radicalismo, el odio y el racismo infundado. Nadie aquí es indígena o blanco puro, todos somos mezclados. Mi abuelo y Morales han nacido en el mismo pueblo de Oruro, Eucaliptus. Por eso es que les pido que cuando escuchen por la tele y la radio hablar del presidente indígena, repitan conmigo: NO ES INDIGENA. Ha sido muchas cosas, pastor, cocalero, dirigente sindical, activista, revolucionario, lo que sea, pero es tan nativo de este país como el señor que escribió el artículo anterior.
No soy muy fan de Vargas LLosa, pero el domingo pasado escribió un artículo que lo leí hasta el final: http://www.la-razon.com/versiones/20060115%5F005422/nota_246_238237.htm
La suerte del gobierno entrante es que tiene una oposición dispuesta a colaborar en lo que pueda, no la oposición de los últimos años que daba el no por el no. El país se encuentra en estabilidad económica y en un ambiente general positivo que hacen creer que los siguientes años serán de paz y prosperidad. Está en las manos del señor Morales el saber negociar y balancear un país tan complejo y diverso, con problemas que tienen raíces profundas de hace décadas. Está en él promover un cambio positivo que logre mantener a los profesionales capacitados dentro del país y no espantarlos a buscar mejor suerte en cualquier otro país. Solo puedo decirle: suerte (si tuviera la oportunidad de decircelo en persona tambien añadiría: "usted es tan indígena como cualquier otro", pero no creo que se de)

Por otro lado, ya se acercan las Alasitas, fiesta del todo mestiza que mezcla antiguas tradiciones locales paganas y católicas. Eso para otro día, con fotos y todo. Besos a todos.

Coloquemos las cosas en su lugar

Cabreado de escuchar, todos los días, los reclamos alusivos a la explotación de indígenas y originarios y a las reiteradas amenazas de que ahora sí los "karas las van a pagar por los 500 años de explotación", es que he decidido escribir unas líneas para hacer conocer mi postura. Seguramente el documento adolece de varios fallos. Ruego me disculpen por ello. Un abrazo,

Antonio

Coloquemos las cosas en su lugar

En los últimos meses he escuchado infinidad de reclamos alusivos al sometimiento, por más de 500 años, que han sufrido los originarios y clases indígenas delpaís por parte de los "karas, blancos y blancoides" que habitamos en Bolivia. La verdad es que yo no me doy por aludido puesto que no me considero una persona que haya sometido, bajo ninguna circunstancia, a ningún originario ni indígena ni a nadie que habita en este país ni en ningún otro. Muy por el contrario, puedo asegurar que vengo trabajando tesoneramente, por más de 30 años, poniéndole el hombro a Bolivia, generando fuentes de trabajo, condiciones adecuadas y generando riqueza al Estado boliviano, a través del pago de impuestos y otros aportes que la Ley nos obliga a "todos los bolivianos". He nacido, me he criado, he estudiado y trabajo en Bolivia, como un boliviano más, a pesar de los esfuerzos que hacen algunos para espantarme; con derechos y obligaciones, tal cual manda la Constitución Política del Estado. Como empresario, he creído en el país y he invertido creando una industria, de la cual estoy orgulloso, porque no sólo atiende el mercado nacional con productos de la más alta calidad, por más de 44 años, sino que he logrado exportar, valor agregado en prendas, a las mejores marcas del mundo y a países como Brasil, Argentina, Chile, Estados Unidos, Perú y muchos otros. Ni en mi empresa ni en mi casa yo tengo "pongos ni explotados". Yo tengo empleados contratados libremente y que ganan un salario que guarda relación con las tareas que cada uno de ellos desempeña. Pago los salarios por encima de lo que la Ley ordena, porque no pago el salario básico nacional, sino, por encima de lo estipulado. Aparte de ello, cancelamos todos los aportes laborales, el seguro social, impuestos y todo aquello que mis obligaciones así lo determinan. Estoy seguro que, como yo, hay muchos empresarios que hacen exactamente lo mismo.
Aunque parezca reiterativo, considero muy importante recalcar que cumplo con todos mis deberes y obligaciones. Es importante mencionar esto para aquellos que, sistemáticamente, vienen diciendo que somos explotadores de este país. Ahora bien, vamos a ver qué pasa con mis derechos que, también como Boliviano, tengo y están manifestados en la Constitución Política del Estado. En este caso voy a ir por partes, ya que me veo en la obligación de puntualizar varios aspectos.
En el rubro que estamos, las fiestas de Navidad son la fecha más importante que tenemos para poder tener ventas de consideración en el mercado interno; esperamos todo el año para dichas ventas. Es aquí donde se comienzan a violar mis derechos. Resulta que las autoridades pertinentes, seguramente porque tienen que congraciarse con los "explotados", les autorizan, por la módica suma de B$ 50, a instalar puestos callejeros de venta en todas las calles comerciales de la ciudad de La Paz, sin importarles que en ellas, hay comerciantes legalmente establecidos, que durante todo el año esperan estas fechas para resarcirse de los 11 meses malos que hemos tenido, permitiéndoles vender todo tipo de mercaderías, ingresadas de contrabando, sin emitir facturas, utilizando las calles como un gran centro comercial, haciendo de las mismas un muladar, etc. etc. etc. ¿Qué tal eso? No conformes con ello, la proliferación de estos señores se ha extendido a toda la ciudad de La Paz y El Alto. Si pudiéramos tomar una foto panorámica, es probable que estemos en condiciones de ingresar al libro Guiness, por lo insólito del caso.
No contentos con esto, la proliferación de la piratería, ropa usada y otros que han aparecido en los últimos años ha dado la estocada final a muchas empresas que han tenido que cerrar sus puertas, entregando sus activos en daciones de pago para cubrir sus obligaciones bancarias y otras. Seguro que cada uno de ustedes tendrá un ejemplo real que agregar a esta nota; siéntanse en la libertad de hacerlo ya que esta nota no es excluyente. Como este hecho, hay muchos ejemplos que son de total conocimiento público, pero que en las campañas políticas nadie se atreve a tocar porque se ha institucionalizado todo ello.
Por otro lado, en los últimos años la ciudad de La Paz ha sufrido un cerco criminal, dejando a sus habitantes, en muchas oportunidades, sin poder salir a las calles a ejercer sus derechos, a comprar alimentos, asistir a sus fuentes de trabajo, a ser atendidos en los hospitales y a transitar libremente. Ni en las guerras más cruentas se ha sometido de esa manera a las personas. Y nuestras autoridades: bien gracias, balconeándose en el Palacio de Gobierno. Ahora me "pongo" del otro lado y veamos quiénes son los verdaderos explotadores y abusivos en este país. Partiremos con la aclaración necesaria de que los españoles que han llegado a Bolivia hace 500 años atrás eran la escoria de ése país ya que salían de las cárceles, con una amnistía general, con la condición de que se suban a los botecitos mandados a construir por Colón y los Reyes Católicos para venir al Nuevo Mundo a ver como conseguían recursos para fortalecer a la Corona. Así fue que llegaron a este hermoso país gente que, en ese entonces, abusó, llevándose todo lo que pillaba en su camino. Para ese entonces, yo no tenía parientes en ninguna de las embarcaciones. Sugiero a los que tan aireadamente reclaman que, con el apoyo de algunas ONG's puedan costearse algunos pasajes para ir a España y hacer los reclamos correspondientes ante el Palacio de La Moncloa, actual sede de la Corona Real de ese país. En primera instancia, son ellos los responsables de las actuales quejas de los originarios e indígenas. Pero no nos dejemos engañar más. Resulta que nuestros originarios e indígenas han aprendido muy bien la lección que los primeros españoles han dejado y, voy a demostrar, con algunos ejemplos puntuales que yo conozco, quienes son los verdaderos explotadores de su clase.
Visitemos los mercados paceños y alteños, vamos a encontrar grandes empresarios disfrazados de "pobres "gremialistas (lobos con piel de cordero) que manejan todos los mercados con capitales que exceden, de sobre manera, lo estipulado en el famoso "Régimen simplificado". Basta ver el mercado de Achumani donde se manejan grandes sumas de dinero y los llamados a cumplir la Ley no se atreven ni a pisar, salvo para comprar lo que ellos mismos consumen en sus casas y decirles: "caserito cómo estas, cómo te está yendo". "Bien no más casero, aquí en nuestro trabajito". Y se los ve, a todos ellos, bien alimentados, cebaditos, rebosantes de salud y ni que decir de dinero. Frente a sus tiendas grandes movilidades, último modelo, de su propiedad. Lo curioso de esto es que son ellos los que tienen "pongos o explotados"; parientes que están sentados en las calles cuidando autos, vendiendo limones o cualquier otra cosa que los "karas podamos comprar". A los cuales, estoy seguro, no se les paga ni siquiera el salario básico nacional. Es más, dudo que se les pague algo. Basta con un plato de comida dos veces al día y una propina que pagamos nosotros por la ayuda brindada al llevar las compras o el pago del cuidado de nuestras movilidades, que, encima, si no les pagas, aparece con una raya de un extremo a extremo o algo roto. A esto le llamo yo el impuesto al parqueo. El famoso: "Se lo cuidaré". Otro tanto sucede en el comercio informal "legalmente" establecido, según ellos, en la zona norte de la ciudad, ocupando todas las calles, comosi nos sobraran. Estoy hablando de la Buenos Aires, Tumusla, Eloy Salmón y sus alrededores y, por supuesto, La ceja del Alto, la 16 de Julio y otras. Se dice que el metro cuadrado de terreno en esa zona vale más de U$ 1.000.- Lugares donde también hay "pongos" originarios muy mal tratados por su misma gente ya que no les pagan ni salarios, ni aportes a las AFP's, ni seguro, ni nada de nada. Ni siquiera cumplen con la Ley General del Trabajo ya que no tienen ni contratos ni mucho menos beneficios sociales cuando los despiden. En realidad, ni siquiera los despiden ya que son sus propios parientes, los mismos que funcionan a los carajazos o palo. Ellos sí que aplican la libre contratación a raja tabla contra la cual tanto vociferan sus representantes. Ese comercio mueve cientos de millones de dólares sin aportar ni un solo peso al Estado ni a sus trabajadores.
Para no hacer más larga mi nota y aburrirlos con el tema, voy a tocar un último rubro: el transporte urbano y el interdepartamental de buses y camiones; pobres ciudadanos sentados en movilidades que, con gran esfuerzo, han comprado flotas enteras y muy costosas, con sus pequeños ahorritos (solo el tributo omitido por más de 30 años les ha permitido generar una verdadera fortuna) y, que ahora se dan el lujo de amenazar para no pagar impuestos.¡¡¡Si nunca han pagado!!!. Más bien, sería hora de que lo hicieran. Otros señores que tienen "pongos" vociferando colgados de las puertas para anunciar su recorrido, en el caso urbano y, en el caso interdepartamental, acomodando a los sufridos pasajeros que tienen que utilizar este servicio para movilizarse, que más parecen carga que pasajeros, sobre todo en los camiones que hacen la ruta a los Yungas, donde el mal trato a los usuarios es espeluznante; ni en la época de la colonia ha debido ser así. "Pongos" que seguramente no reciben ni sueldo ni beneficios sociales y que viajan en las peores condiciones. En fin, son muchos los ejemplos reales que me permiten afirmar que yo no soy un explotador de nadie en este país. Más bien, son los otros; su misma gente, que bajo el disfraz de pobres ejercen a la perfección ese trabajo. Y para colmo de males, son ciudadanos que se dan el lujo de amedrentarnos con su verborrea y que solo reclaman por sus derechos haciendo mierda los nuestros y caso omiso de sus obligaciones.
Juzguen ustedes: ¿Quién explota a los bolivianos?. A mi que me dejen de amenazar, yo no tengo nada que ver en el problema.

Antonio Handal
Empresario por error y soñador por convicción
La Paz, 21 de diciembre de 2005

09 enero, 2006

FELIZ 2006!!

Una nota breve: ayer comencé este largo relato, con fotos y todo y la verdad es que estaba trabajado, peroooooo como siempre sucede en el mundo de las computadoras, algo pasó y se me borró un 80%, así que aquí les va un trozo de ayer y lo demás me lo vuelvo a inventar hoy.

Después de una ausencia breve por vacaciones, estoy aquí nuevamente reportándome para que sepan que sigo bien, etc. Además aprovecho para contarles sobre mi viaje de fin de año a Rurrenabaque. A los que no se ubican muy bien, Rurre, está en el departamento del Beni, al norte de La Paz, justo donde termina la Cordillera y empieza el Amazonas. Pues Rurre está a orillas del Río Beni, y en la otra orilla está San Buenaventura y esta zona es la entrada al Parque Nacional del Madidi, famoso en el mundo por ser una reserva biológica de las más diversas en cuanto a animales, insectos y plantas.
Esta es una foto de Rurre hecha desde San Buenaventura, al otro lado del río. Durante todo el día hay "ferries" que cruzan de un lado al otro y las únicas veces que no es un viaje corto y tranquilo es porque llueve o porque es de noche y llueve. Rurre en sí no es un pueblo muy pintoresco, porque está lleno de tiendas, restaurantes y agencias de viajes que organizan excursiones a la selva o a la pampa adentrándose en el Madidi. Para ver realmente animales y vivir la experiencia real de la selva, hay que hacer un tour de unos 3 o 4 días en la selva. Lo bueno de estas agencias es que te dan el guía, el cocinero, el motorista de la lancha y el ayudante para poder llevar los insumos para 4 días. También se pueden hacer visitas a las comunidades indígenas de la zona y ver su estilo de vida. En las visitas a las diferentes agencias de viaje, encontramos una de un refugio en la laguna de Chalalán. Es el viaje más caro dentro de las opciones (75 dólares por día y por persona) y nuestro presupuesto no llegaba, pero unos amigos fueron por 2 noches, y dicen que nunca han visto un sitio tan lindo en el mundo (uno de ellos es de Córdoba, España y ha visto muchos sitios), así que está bien recomendado. Los hoteles en Rurre varían tanto como sus visitantes. Los que recomiendo porque son los mejores son el Jatatal (en San Buenaventura), el Safari, El Jatauba, el Ambaimbo, y en el rango bajo de presupuesto el Hostal Santa Ana. Esta foto es de la entrada del Hotel Jatauba. Realmente es un sitio muy lindo porque tiene una cascada y dos piscinas naturales. Es el hotel más caro de la zona, pero es recomendable para una luna de miel o algo así por lo romántico del sitio. Nosotros sólo fuimos a usar su piscina y comer en su restaurante que sale mucho mejor de precio. Los mejores sitios para comer en Rurre son El Tojito, que se especializa en comida camba majadito, pacumuto, zonso, cuñapeces, etc., El Butterfly, que es más internacional, La Cabaña que está en el puerto y es el mejor sitio para comer chicharrón de surubí (un pescado), el restaurante del hotel Safari y La Perla de Rurre que es donde mejor se comen los platos de pescado. La comida en general es barata. Los bares recomendables son el Banana's y el Moskkito.
Nosotros sólo fuimos en una excursión de un día. Aquí estamos felices, porque es cuando recién comienza nuestra aventura, todavía no estamos mojados llenos de barro, sudorosos, asoleados, ni picados por los mosquitos. Y estamos en el bote a motor que nos llevó río arriba por el río Beni hasta la desembocadura del río Tuichi donde nos dejaron y seguimos a remo. Paramos en una playita, comimos y con el guía nos adentramos en la selva. Vimos árboles altísimos, muchas plantas venenosas y medicinales, hongos y flores exóticos, las hormigas estas que cargan trozos de hojas que pesan 40 veces el peso de la hormiga, una hormiga que le dicen 24, porque el dolor de su mordedura dura 24 horas y muchos otros insectos, las huellas y la madriguera de una especie de conejo selvático. Hay tantos mosquitos que a pesar del calor y la humedad, uno tiene que ir de manga larga y pantalón, porque si no, termina de almuerzo de los bichitos. Ya cuando estábamos experimentando "el infierno verde" en su máxima expresión llegamos a una cascada y fue el sitio donde más me alegré de todavía poder encontrar sitios con tanta belleza natural. Esto está cerca de la comunidad de San Miguel del Bala, que se llama así por la proximidad a la montaña del Bala, que se llama así, porque en su cumbre tiene una grieta extrañamente redondeada como si una bala le hubiera pasado por en medio. También aquí junto con otra montaña cercanan se forma el estrecho del Bala, el lugar más estrecho y caudaloso del río. Después de refrescarnos en el agua purísima del manantial este, emprendimos el regreso a través de la selva rumbo al río y en nuestra balsa volvimos remando, pasando por los remolinos del estrecho del Bala, hasta Rurre. Al día siguiente llovía mucho, pero nos fuimos igual a Reyes, un pueblo que está a 40km de Rurre. Este año, el 4, 5, 6 y 7 de enero se celebraron los 300 años de la fundación del pueblo de Santos Reyes, con múltiples actividades. Reyes, como pueblo es más pintoresco y bonito que Rurre o San Buena, pero no hay tantas cosas que hacer. Nosotros visitamos el pueblo y fuimos a la feria ganadera donde tenían vacas y toros en exposición, vaya animalotes! Un semental que estaba a la venta era tan grande que tenía el lomo casi dos palmos por encima de mi cabeza (cebú raza nelore). Y al día sigueinte ya nos tocaba volver a La Paz. El problema de Rurre y de esa zona en general, es que las pistas de los aeropuertos son de tierra y cuando llueve no son aptas para uso, así que muchas veces hay vuelos que se atrasan o cancelan debido al mal tiempo. Los vuelos de La Paz a Rurre son sólo los jueves y los lunes. Nosotros íbamos de jueves a lunes, pero salimos un día tarde por culpa de la lluvia, así que decidimos volver el jueves. Buen plan, porque los que tenían que volver el lunes, tuvieron que esperar hasta el jueves porque llovía. Por eso es recomedable viajar a esta zona en invierno, en época seca, porque no hace tanto calor ni humedad, (pero no hace frío) no hay tantos mosquitos, y como la orilla del río baja, más animales se acercan y hay más posibilidades de verlos. En conclusión puedo decir que ha sido uno de los mejores viajes, aunque ahora que ya conozco el lugar y cómo funciona, la próxima vez que vaya será mejor. Para los que quieran ver más fotos del viaje: http://www.kodakgallery.com/I.jsp?c=9945u7ix.94lhchsh&x=0&y=kcrqug